lunes, 9 de enero de 2017

Macarrones, "Macarrones".

"Ten más de lo que muestras; habla menos de lo que sabes"

No es mi estilo parafrasear a nadie, pero, para hablar de Macarrones, veo correcto comenzar la reseña de su álbum, citando al mismísimo W. Shakespeare.

¿Y qué semejanza puede tener la cita del principio de este texto con Macarrones?. Muy fácil,nos encontramos frente una banda que engaña - siempre visto desde un perspectiva positiva- debido a que son un diamante en bruto escondido bajo un velo de extrema humildad, y eso es una maravilla teniendo en cuenta los tiempos que corren.

El "concepto Macarrones" nace a mediados del año 99, pero no es hasta el 2.000 que la banda se reúne en el local de ensayo para comenzar a dar a luz sus primeros temas. Varias grabaciones plasman sus temas de los primeros años, pero no es hasta 2.013, que lanzan su primera grabación formal, "2.013 Anno Macarrone", cuyos títulos de las canciones que lo componen, hacen muestra de su agudo sentido del humor, entrelazado con la seriedad de su música y letras, algo muy notorio en el sello personal de la banda. En 2.015 graban un E.P. junto al gran Manolo Uvi - aún por editar- y no es hasta finales de 2.016 que editan "Macarrones", disco que aquí nos reúne.

El disco, de nombre homónimo, es el cruce de caminos perfecto entre el Punk Rock sencillo y con mala leche del Mondo Bizarro de Ramones, la cara más sucia del Hard Rock de Hanoi Rocks y el estilo más Glam del Punk Rock sueco, como Hellacopters.

Basándonos en estas maravillosas influencias, nos encontramos ante un disco cuya estructuración es circular, fragmentado en tres grandes partes.

El disco comienza con "La Pecera", tema adelanto del álbum, de cuya letra se encarga Mamen Corros. Esta primera parte muestra su gusto por bandas como Backyard Babies o Turbonegro, a los cuales se permiten el lujo de versionar con "Elegido". Comienzan haciendo gala de su lado más Punkrocker, acelerado y macarra.

En la segunda parte de "Macarrones", destaca un carácter más Hardrocker y Sleaze, sin perder un ápice de actitud Punkrocker, que recuerda a los anteriormente citados Hanoi Rocks o a los Gluecifer más lentos e intensos. Destacamos "Radio", cuyo pegadizo estribillo será un futuro himno coreado en sus directos. "Las chicas quieren pasarlo bien", de Cyndi Lauper, es un claro ejemplo de la adaptación y asimilación de un tema ajeno, llevándolo a su terreno a la perfección.

Como bien decía anteriormente, este disco tiene una estructuración circular, por un motivo muy simple: termina tal cual empieza. Comienza a lo grande, y no podía terminar de otra forma que de la manera más loca, potente y macarra. En esta tercera parte vuelven a sus raíces más Punkrockers y potentes. En "Luz en ámbar" hay un cambio de roles en la voz principal, dándole un toque más Punk al tema. Destacamos "Hoy no", que muestra el equilibrio perfecto entre Hard Rock y Punk Rock que caracteriza a Macarrones.

En resumen, en este álbum queda claro que la complicidad forjada durante años entre sus miembros, hace que su sonido como banda sea compacto y contundente. Han demostrado cuidar el más mínimo detalle, por ejemplo, en las melodías de cada tema propio, tanto en la voz principal - perfectamente ejecutada y con muchísimo carácter y estilo propio- como en los coros o en los dibujos y punteos en las seis cuerdas, consiguiendo así un resultado final con clase y estilo, que marca la diferencia con otras bandas cuya influencia principal es el Punk Rock más primario. Por fin un álbum a la altura de su magnífico directo.

Tania Ce.





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