Los Cheddars no ha inventado nada nuevo, y ni falta les hace, ya que sus composiciones siguen, con desparpajo y maestría, la estela de grupos como Ramones y Shock Treatment, en su rama más melódica, o Sugus y The Queers, en sus temas más rápidos y cañeros.
La graduación, tema adelanto de Arcade, sigue la línea más melódica y Punk Pop de la banda, divertida, llena de buen rollo y pegadiza, narra las desventuras amorosas de un pobre Nerd. Llegamos a No más topless, donde recuerdan a los madrileños y veteranos Sugus, mostrando así su lado más oscuro y macarra, contando con Luis Bigotes a los coros.
Musicalmente frescos, y cargados de ironía, pasan a la divertida ¡Qué horror!, el corte más popero de Arcade. Especial mención al contraste entre la música más comercial y la temática de la letra, lo cual me parece brutal.
En Gastroapocalipsis, pisan el acelerador, sacan su mala leche Punkrocker, de inspiración directa de The Queers, donde además, cuentan con la colaboración en la voz de Álvaro Escribano, responsable máximo de la grabación y producción artística de este E.P..
Gilman Street, melódica, pegadiza y nostálgica, pone el broche final a Arcade, que nos deja muy buen sabor de boca y con ganas de escuchar más música de estos madrileños, cuya facilidad a la hora de asimilar sus influencias Punk Rock y adaptarlo a sus composiciones es su gran punto fuerte, a parte de su ironía y desparpajo a la hora de afrontar sus letras.
Tania Ce
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